2.7.12

No sobraron tornillos

En un acto de arrojo, y plenamente heroico, desarmé la notebook. Nervios, ansiedad, una suerte de alegría por poder hacerlo, expectativa al momento de armarla nuevamente y otras sensaciones previas a que encendiera nuevamente. Con la excusa de la alta temperatura que arrojaba al momento de reproducir videos (el maldito Falsh privativo, más conocido como Adobe Flash Player) que a más de uno le trae problemas en el mundo GNU/Linux. Con un promedio de 55º-64º -uso cotidiano- y tocando picos de 80-84º -al reproducir los temidos videos en pantalla completa-, la situación no era normal. Así que me armé de coraje y procedí.

Linda, no? Desde que se la compró no se la limpió nunca.

Totalmente enganchado, como dicen los pibes ahora (?), con la serie Los Borgia algo tenía que hacer para que la notebook no explotara en el intento. Voy por el capítulo cinco de la primera temporada, así que restan unos cuantos videos. Lo raro de esto es que con el sitio YouTube no sucede que el procesador eleve su funcionamiento y con eso la temperatura, teniendo en cuenta que en la configuración del reproductor de video de ambos sitios no está tildada la aceleración por hardware.
Los Borgia \0/

Tecnología por dentro.
Pincel en mano, papel y la aspiradora bastaron para limpiar la Admiral. Por el momento, de los habituales 40º-55º durante el uso normal bajó a 37º-39º con Chrome, MOC y Turpial corriendo. Además que el constante ventilador-procesador andando no se percibe y se podría que es uno de los grandes logros de la empresa. El ruido que se producía era considerable y casi que desde el mismo momento del encendido. Hasta se nota que desde la zona del ventilador sale aire fresquito y no tibio-caliente como otrora. Lo que se dice felicidad.

Después de probar la reproducción del temido flash privativo en Debian, agrego que la temperatura no supera los 39º. Grosor