18.8.11

Borocotización a la enésima potencia

No podía preverse. Ni el más optimista lo hubiera esperado de mi persona. No solo me encontré bajando un disco de Calle 13, sino que además puedo asegurar que no me disgustó escucharlo. Se trata de “Entren Los Que Quieran”, claro no me iba a bajar el primero que es puro reggaeton o similar.
Tal vez la novedad –si se quiere- radica en que para mí este grupo que conforman René Pérez (Residente) y Eduardo Cabra (Visitante) era una mentira. Sí, en la actualidad se transformó en una suerte de símbolo de ‘revolución’ (con el perdón de la palabra y sobre todo con los verdaderos revolucionarios) para aquellos jóvenes que se encuentran en esa etapa de ideales firmes e ideas claras. Pero antes de ser lo que son o representan en la actualidad, eran una mera suma de reggaeton. O bien, para aquellos puristas, por lo menos sus cortes de difusión de su primer CD.
Son ese referente que supo ser La Renga (R.I.P) o tal vez Las Manos de Filippi (que alguien me explique qué les pasó). Encarnaban, en el salón dorado de los ’90, el grito de cambio de lo establecido. Ese necesario impulso a través de la música para aquellos que veían una veta de expresar en un grito de rebeldía post-adolescente o por ahí mismo.

Con ritmos latinos, que denotan que no perdieron aquél inicio más orientado ‘al baile’, propician el rápido prejuicio de aquellos que tienen los tímpanos calibrados para guitarras más distorsionados. Llegan a ser aquello que se postula: ser símbolos para cierto ghetto que toma más tamaño con el correr del tiempo. La idea de que son una “moda” más ronda mi mente, pero no se puede soslayar que las letras tienen contenido político, de lucha y demás calificativos.
A esta altura se notará mi borocotización. Pero el concepto, o más bien el preconcepto, estaba basado en que solo reconocía alguno de los temas que la tevé rotaba con los videos o, por desgracia, que alguno de mis familiares más cercanos tenían cargados al cel y por casualidad llegaban a mis oídos. Éstos, los oídos, estaban –están- más acostumbrados a los riff de las glorias de los ’90, como A.N.I.M.A.L, Sepultura, SlipKnot y todo el Nü Metal que se les ocurra de aquella época musical que perdura hasta nuestros nefastos días.
La cuestión en sí es que el 30 de octubre estaré en el Polideportivo escuchando a Calle 13 con cara de "dije que eran unos caretas y una mentira" pero ahora los estoy viendo y pagué la entrada. En su cara putos (?).